Si me volviera rica

Anoche estuve viendo un reality sobre mujeres ricas (aunque no famosas). Era la primera vez que lo veía, pero me llamó la atención el casting de las protagonistas.

Por un lado, salían dos hermanas, al parecer una de ellas vivía en un pedazo de chalet que pretendía vender porque era muy grande para ella y su hija adolescente. No se en que zona de Madrid vivían, pero la madre le preguntaba a la hija, dónde quería que fueran a vivir, y la hija le dijo que o en Las Rozas, o en Majadahonda, y amenazó con irse a vivir con su padre si no era a uno de esos dos sitios el traslado. Y yo pensé, ¡pero vamos a ver! ¡que es una cría! ¿Hasta que punto una se debe dejar tiranizar por las exigencias de sus hijos? Yo no soy madre, ni mucho menos recién separada, pero no entra en mis planes dejar que mis hijos decidan cuestiones que a ellos no les competen. Vamos, que una cosa es una opinión o preferencia, y otra amenazar con irse a vivir con su padre, ¿no? ¿Qué opináis vosotras? Igual es que lo veo desde un punto de vista de mujer sin hijos, pero no se, cuando yo era pequeña, acataba lo que me decían mis padres, y punto. ¿Será que es cosa de ricos? ¿o es que los adolescentes son así ahora?


Por otro lado había una chica a la que su marido le preparó una fiesta de cumpleaños estupenda, donde todos los regalos que recibía eran de supermarca. Y para peinarse, llamaron a un estilista que solía trabajar para gente famosa. Casi nada, vamos. Eso sí, esa me dió mucha envidia, ¡yo también quiero que me hagan un pedazo de fiestón sorpresa de ese nivel!


Y luego salía una argentina que estaba construyendo en su jardín una casa para gatos o gatolandia, creo que lo llamó. Uno de sus gatos, se subió a un árbol y no había manera de bajarlo, así que le pidió a un carpintero (al que le había encargado las casas de gatos para ir colocándolas en las copas de los arboles de su jardín) que le bajara el gato del árbol. El pobre hombre obedeció con una sonrisa (pero imagino que acordándose de la señora), tendríais que haber visto como le quedaron los brazos de arañazos...

Después fue a tomar café un amigo a su jardín (me pareció el más normal de todos los que salieron), pero la señora tenía los perros por allí sueltos, y terminaron enzarzándose en una pelea entre ellos, y con la argentina tirada en el suelo sujetando a uno de sus canes. Jajaja,me hizo mucha gracia la situación, por que pensé que la señora tendría mucho dinero, pero al menos yo, cuando he tenido perros, si tengo visita, y empiezan a ponerse pesados (como era el caso) lo primero que hago es atarlos para que no molesten a los invitados ¿no? Vamos, que mucha pasta, pero poca educación, me pareció a mi.

Y yo pensé, si yo me volviera rica de repente, espero que nunca me volviese tan snob, como para pedir que me construyan en las copas de los arboles de mi casa, un circuito conectado por pasarelas lleno de casas para gatos. ¡Con la cantidad de cosas que se pueden hacer con ese dinero! Y no me refiero a gastárselo en una, sino que antes de hacer un gatolandia, destinaría ese dinero a asociaciones benéficas para animales, o para investigación en el ámbito animal ¿no?

Y vosotras ¿Qué haríais?, ¿seríais capaces de construir un gatolandia?