lunes, 21 de enero de 2013

Algunas de las cosas que me hacen mantener el estado Zen




Muchas de vosotras me comentáis siempre que envidiáis ese estado zen que conseguí alcanzar con el tiempo. Es complicado saber cuando uno está preparado para poder alcanzarlo. De hecho, en este camino de la infertilidad es casi imposible que se pueda alcanzar ese estado sobre todo en los primeros pasos (tiempos) del largo camino de la infertilidad. Y todo eso, esa desazón, ese no poder quitarte la cabeza el "temita", ese no estar del todo a gusto porque no consigues lo que quieres, es perfectamente normal. Personalmente, creo que forma parte del proceso. Al menos esa es mi experiencia.
 
Al principio todos nos agobiamos, nos preocupamos y lo único que queremos es avanzar en el camino y dejar atrás la infertilidad cuanto antes. Algunas lo consiguen antes, otras hemos tenido que andar un poco más, y otras (para que engañarnos) no lo terminan de conseguir aun con todos los avances médicos disponibles, ya sea por razones médicas, o porque tiran la toalla al no poder seguir en la lucha más tiempo.
 
Yo pasé por muchas fases, pero en los últimos años, aprendí a vivir con la infertilidad, a llevarla lo mejor posible, (dentro de las circunstancias), y aprendí a disfrutar de las cosas que sí tenía en la vida. Quizás no tendría hijos nunca, pero no pensaba hacerme cada vez más pequeñita por eso, y decidí continuar mi vida, sin dejar de intentarlo, pero tampoco centrando mi vida en ese único pensamiento.
 
Todo eso formó parte de un proceso, de asimilación y aceptación del problema, y cada persona tiene que encontrar su momento para dar ese paso y poder seguir avanzando. No es fácil, y dudo que nadie pueda alcanzar ese estado al principio del camino, pero ojalá este equivocada y sea mucho más fácil para los demás cambiar el chip.
 
Hoy os cuento, algunas de las cosas que a día de hoy (aunque ya me ayudaban cuando no estaba embarazada), me ayudan a mantener (antes, alcanzar) el estado zen. Pequeñas cosas sin importancia, que me hacen ilusión, o que me hacen sentirme feliz, disfrutando de los pequeños detalles.
 
Cada una tendrá que buscar que cosas le hacen a ella feliz, no es una lista universal, sino más bien personal, pero hoy os cuento alguno de esos pequeños placeres cotidianos que me ayudan en mi estado zen. La que quiera, ¡que se copie! jeje.
 
- Ver a mi perro desenvolver sus regalos de Reyes. (Si, si, llamarme friki y todo lo que queráis, pero ver la cara de Unai desenvolviendo los regalos y lo feliz que está jugando con algún juguete nuevo, me pone una sonrisa en la cara que me dura un buen rato). Obviamente, la gente a la que no le gusten los animales no lo entenderá, pero esta es mi lista personal, y a mi, si me hace particularmente feliz.
 
 
- Ver como cae en la calle el diluvio universal mientras tu estas en casa, tomando un té pakistaní con leche y leyendo un buen libro.
 
 
- Cocinar algo rico para T,  y ver como se le ilumina la cara como si fuera un niño al probar un bizcocho con nueces recién horneado.
 
 
- Mirar como duerme Unai en su camita a los pies del sofá, escuchando su respiración y hasta oir cómo sueña y empieza a emitir sonidos como si estuviera jugando con Marta (su novia/PorAhoraSoloMejorAmiga).
 
- (En relación con la anterior) Mirar como encima del sofá donde está Unai a los pies, está T durmiendo como un angelito. Esa estampa siestera de perro y dueño me produce una sonrisa que no se me quita en todo el día. Es tan tierna...
 
- Desayunar en una terraza al solecito un día de fiesta mientras leemos el periódico, y después del desayuno pasear por las dunas de la playa (Zona libre), y ver como Unai disfruta más que un cochino en un charco haciendo la "croqueta" en la arena, y corriendo hasta que llega a la orilla del mar. (Eso si, después toca baño porque si no, deja la casa perdida de arena, jajaja).

 
 
- Y por supuesto, en estos últimos tiempos, idear e imaginar como será el bebé, como decoraré su habitación, a quién se parecerá... etc, etc. Aunque esto último se que no servirá a las que ahora están en la lucha, pero seguro que se alegrarán por mi.
 
 
 P.D: Tenía alguna foto que ilustraba la entrada pero blogger no me deja subirlas...
 
 
 
 
 

lunes, 14 de enero de 2013

Año nuevo... molestias nuevas?


Después del atracón de las Navidades, los Reyes, el Roscón y tooooda la parafernalia navideña parece que poco a poco vamos retomando la normalidad.
 
La vuelta al trabajo antes de Navidad fue durilla, porque claro, estas en stand by un tiempo y cuando llegas, alaaaaa! aluvión de trabajo. Así que ando poniéndome al día y cogiendo el ritmo, ya que esa adaptación fue interrumpida por las fiestas. Total, que es como si hubiera vuelto al trabajo ¡dos veces! Grrrrr.
 
Por lo demás, parece que todo sigue bien, el día 2 fui al gine y parece que todo sigue adelante y bien, medidas normales, cabeza normal, femur normal, tensión bien, peso bien..., en fin, sin novedades significativas, y para bien.
 
Seguimos sin saber el sexo, pero imagino que en breve ya desvelaremos el misterio. Este miércoles tengo nueva cita, así que igual hay suerte, y si no, seguro que la habrá en dos semanas, porque será la eco de la 20 semana, y ahí creo que sí o sí, te lo confirman. De modo que ya os informaré.

Lo unico que he empezado a notar es que la barriguita empieza a crecer... y como consecuencia de eso, me empiezo a notar más pesada, lo que se traduce en que si ando más rápido de lo habitual o subo una cuestecita, por pequeña que esta sea, empiezo a notar un poco de fatiga... y si esto es así ahora... ¿que pasara cuando tenga un barrigón considerable? Uff, no lo quiero ni pensar, así que de momento, estoy forzandome a caminar mucho más para ir acostumbrandome al nuevo peso, y si tenéis algún truco para evitar esto, ruego encarecidamente que me lo contéis porque si no... ¿que va a ser de mi en un par de meses?
 
Por lo demás, por ahora, andamos haciendo números... uff, vaya tela, la cantidad de cosas que necesitan los peques... Tengo que reconocer que heredo algunas cosas de mis hermanas, pero aún así nos faltan por comprar muchas cosas. Así que para no volvernos locos, he hecho una lista con tooooodas las cosas imprescindibles que creo que necesita para el nacimiento. Hay muchas listas por ahí pero en ellas veo cosas que creo que a priori no son imprescindibles así que de momento me he hecho yo mi propia lista, (partiendo de una de esas completiiiisima) y ando recopilando información y de paso, mirando a ver si consigo que alguien me preste alguno de esos trastos que se usan muy poco tiempo para lo caros que son, jeje.
 
No se si es que el instinto maternal lo tengo atrofiado o que no me dejo llevar por la locura, pero personalmente creo que la mayoría de las madres (y digo madres porque los hombres suelen ser los que "cierran el grifo"), pierden un poco la perspectiva con esto de la llegada del bebe, arrastradas por la ilusión y la novedad.
 
Yo no se si es que soy así de rancia, o que me ha costado tanto, y ha llegado ya cuando no lo esperaba que la ilusión es distinta a si lo hubiera conseguido a la primera, y  no es que no esté ilusionada, pero estoy segura que en mi primer embarazo habría perdido el norte con las compras del bebe, y ahora, creo que (al menos por ahora) pienso y medito sobre lo que realmente es necesario y lo que no lo es. (O eso creo yo a priori, claro, jajaja. Que igual tengo que comprar un montón de cosas que ahora mismo no veo fundamentales y me como mis palabras jajaja).
 
En resumen, que me da rabia que haya cosas que se duran tan poquito tiempo y metan unos clavos considerables para el tiempo que se van a usar. Pero vamos, igual es que aun no tengo yo el chip puesto, que también puede ser, jajaja.
 
Como la mayoría de vosotras ya tenéis hijos, admito sugerencias de lo que comprasteis y resultó una buenísima compra y lo que no lo fue tanto, para no meter  tanto la pata con esto de pagar la novatada...
 
Así que abusando de vuestra sabiduría, digame, por 25 pesetas cada una, compras imprescindibles para la llegada del bebe, y cosas que ahora os arrepentís de haber comprado porque no han resultado lo fantásticas que a priori os vendían.