martes, 30 de agosto de 2011

Manicura francesa para torpes







Una, que no es nada mañosa para esto de las uñas, necesita buscarse recursos fáciles para lucir unas uñas decentes (que no perfectas) cuando no quiere pagar para que se lo hagan. Para poneros en antecedentes os diré, que no soy una fanática de la moda, ni de pintarme las uñas. Básicamente porque no es que me emocionen mis manos, así que solo me pinto las uñas en verano, y sobretodo, las de los pies, ya que me gusta que se vean las sandalias con unos pies cuidados y arreglados.

Claro, que la "Cara B" de esto es que si me pinto las de los pies, también tengo que pintarme las de las manos, porque si no, me vería rara. Total que como no me gustan que resalten mucho mis uñas, pues me gusta llevarlas con manicura francesa. Ya se que ahora están de moda pintárselas de colores más fuertes, y hasta con dibujitos, uñas de gel, etc. Pero a mi esas opciones no me gustan para mi.

Este verano he descubierto unos Kits de Mercadona, que incluyen, en tamaño reducido, todo lo necesario para hacer una manicura francesa de la manera más fácil (supongo que para torpes como yo, jajaja). Y como me ha gustado tanto el descubrimiento, hoy os lo vengo a contar (aunque ya llevan tiempo en la tienda, no es un producto nuevo, pero creo que solo lo venden en verano).

El kit contiene lo siguiente:

- Pastillas efervescentes para manicura
- Palito de naranja
- Lima pequeña
- Esmalte blanco
- Esmalte rosa pálido
- Brillo
- Guías para manicura
- Lápiz corrector

Todo ello en reducidas dimensiones y en un neceser con cremallera pequeñito, ideal para llevárselo de viaje.

Personalmente, para una que es una torpe, le vienen genial dos de las cosas que contiene el kit: Las guías para manicura (con las cuales es infinítamente más fácil aplicar el esmalte blanco de la manicura), y el lápiz corrector (para cuando te equivocas).

Si añades a esto un truco para pintarlas, como es apoyar el dedo encima de un vaso a la hora de pintarlas, os aseguro que el resultado, por muy torpe que una sea, es más que aceptable. No es que se pueda decir que hayan quedado perfectas, pero para ser la primera vez que me lo hago yo solita, estoy bastante contenta. Seguro que con un poco de práctica, la cosa mejora aún más.

Lo mejor de todo es que el kit es bastante barato, no recuerdo el precio pero no supera los 6 euros. Así que si sois tan torpes como yo para esto de la manicura francesa, os recomiendo este kit, y espero que os resulte tan bien como me ha resultado a mi.

jueves, 25 de agosto de 2011

Retrato de los abuelos en el autobús





No soy ni he sido nunca usuaria habitual de los autobuses, pero a veces, cojo alguno. Durante este tiempo reciente en el que los he utilizado, he podido hacer una "estudio" (basado en la observación únicamente), por el que podría catalogar a los tipos de abuelos (algunos de ellos) en los autobuses.

Es alucinante como son algunos, de verdad, espero que de mayor no sea tan insolente ni tan insufrible como algunos de los cascarrabias que me he ido encontrando en este último tiempo.

Diría que se pueden clasificar en categorías:

- La primera categoría la encuadrarían aquellos abuelitos encantadores que saben envejecer con estilo, con elegancia y educación. Esos a los que todos nos gustaría parecernos cuando lleguemos a esa edad, y de los que todos hemos solído tener alguno en nuestras familias. Vamos, los abuelos 100% abuelos, esos que son cariñosos, educados y que nos encanta que nos cuenten sus experiencias, compartiendo con nosotros su sabiduría.

- La segunda categoría la comportarían esos abuelos que tan pronto llega el autobús a la parada, y abre las puertas, una de dos: o se cuelan directamente delante tuya, con todo el descaro del mundo, y sin cortarse un pelo; o se dedican a empujarte descaradamente mientras estas pagando el billete, (no logro entender muy bien porque hacen esto, ya digo que llevo poco tiempo con el "estudio").

- La tercera categoría: Esta categoría está protagonizada por los abuelos que aprovechando que su bono transporte es gratuito, son capaces de subirse en un autobús en verano y ocupar los asientos, y empezar a dar vueltas por la ciudad, en plan ruta turística por la ciudad, una y otra vez, solo para aprovechar el aire acondicionado. Por lo que los usuarios que lo único que pretenden es desplazarse con el autobús, (su función básica, vamos) nunca encuentran sitios libres, y el autobús siempre va "petado". (Esto es verídico, ¿eh?).

- La cuarta categoría: Esos a los que les gusta que se les escuche, y hablan en voz muy alta, para que el autobús entero les oiga. 

- La quinta categoría: La encuadran aquellos que protagonizan escenas como la que voy a describir a continuación, la cual me ha ocurrido esta mañana.

Subo en el autobús y al final del mismo, veo un asiento libre, al lado de una chica joven, en el asiento más cerca del pasillo. Ocupo el asiento. Al rato, la chica baja del autobús y se queda ese asiento libre. (Hasta aquí todo normal ¿no?).

En la siguiente parada aparece una abuela, y al pasar a la altura de mi asiento dice "¿Esta está con asientos dobles?" (para que yo lo oyera), y cuando justo está a mi altura dice: "Te dejo ocupando dos asientos" a lo cual le respondo: "No, señora, este asiento de mi lado está libre. ¿Quiere pasar?" Al tiempo que empezaba a levantarme para dejarle sentarse.

Y coge la abuela y me suelta: "¡No, no, si no me dejas el asiento de fuera, no, porque estas usando dos asientos!", a lo cual le vuelvo a responder que no estoy ocupando dos asientos, y que el de mi lado está libre. En otras circunstancias, y con otros modos, seguramente, no me habría importado lo más mínimo dejarle mi asiento, pero cuando una abuela cascarrabias, te habla con esa insolencia, con ese casi desprecio, con el desparpajo propio de los abuelos cascarrabias, una se vuelve "chula" y no me da la gana de ser cortés, bastante hago con ser educada y no contestarle.

No entiendo porqué con la edad la gente se vuelve más descarada y más insolente, perdiendo la educación y las normas de cortesía básicas. Parece que ser mayor les da derecho a decir todo lo que les apetezca, sin filtros, y sin educación, y yo no tengo porque aguantar eso. ¡Vamos, ni yo, ni nadie!

Decido no contestarle, para no crear polémica, y la abuela empieza a decir: "Lo que voy a hacer es un "escaner" para darme cuenta de cómo es la gente, y que tipo de gente hay en el autobús". Y me han dado ganas de contestarle, "Pues señora, adelante, si quiere le doy una foto. No tengo porque moverme de donde estoy y en la parte delantera hay asientos destinados para usted. Vaya usted a levantar del asiento a quien esté allí, pero no me de la brasa". Pero me he callado, y he seguido ignorándola, porque he pensado que si le soltaba eso, se iba a montar la de San Quintín en el autobús, y no es mi estilo, la verdad.

Lo mejor, es que a continuación, dos asientos detrás del mio, una chica le ofrece su asiento, y coge la abuela, ¡y también lo desprecia!, por lo que ya me he quedado a cuadros con la abuela. La chica, y otros viajeros han empezado a comentar, y una ha dicho: "¡Qué malo es hacerse mayor!", y otra ha dicho: "No es que quiera sentarse, es que esta señora pretende sentarse donde a ella le de la real gana, y encima malmetiendo". La verdad es que abuelas como esta dan ganas de decirle cuatro cosas, ¿no os parece? ¿o solo me crispa a mi el tema, que es la que ha sufrido a la abuela? ¿Alguna ha sufrido alguna escena parecida?



viernes, 19 de agosto de 2011

Día de Playa



Intentando aprovechar el verano, lo básico es ir a la playa. Decido levantarme temprano para llegar pronto, cuando aún el sol no quema tanto, y la playa está mucho más tranquila. Decido también no coger el coche, luego es imposible aparcar por allí, así que me subo en el tranvía y en 14 minutos exactos estaba en la arena de la playa. DePuertaAPuertaOiga, y eso que he ido a una playa alejada. Me maravillo por el buen servicio que da el tranvía.

Llego a la arena, blanca, fina, y aún fresquita. Extiendo mi toalla, y me dedico un tiempo de relax, solo para mí. Una delicia. Me meto en el mar. Hoy no está demasiado tranquilo, pero aún así, es una delicia poder disfrutarlo a estas horas. Me siento Zen, tranquila, relajada, y encantada con el verano.

Me dispongo a tomar un poco el sol. Noto cómo mi piel se seca por el efecto de los rayos de sol, que a estas horas, es agradable. Me pongo un poco más de crema. Cojo el libro y me pongo a leer. Pasaron varios minutos y yo me encontraba enfrascada en la lectura. Un libro de Carmen Posadas que acabo de empezar pero que es bastante fácil de leer, de esos que enganchan desde el principio.

Allí me encontraba yo adentréndome en los primeros capítulos del libro, intentando situar la escena, los personajes, imaginando cuál sería el desarrollo del libro, cuando empiezo a escuchar a una familia acercarse a la zona donde yo estaba tumbada. De repente, empiezan a desplegar tres sombrillas de playa (nada más y nada menos), la colchoneta de la niña, la tabla de surf del niño, la piscina hinchable del bebe, las neveras de la bebida, la cesta de la comida, y las toallas... Ante lo que me veo venir, me dan ganas de llamar a "Callejeros" para que vengan a grabar un "Callejeros: Especial verano" o simillar (¿Por qué los programas de televisión en verano son tan previsibles?)

Deciden poner su toalla a escasos centímetros de la mía. Nos separan unos 3 dedos de distancia entre una toalla y la otra. Miro a mi alrededor, y sigue existiendo muuuuuuucho espacio en la playa, ¿por qué la gente se empeña en ponerse tan cerca? ¡Joder, ni que esto fuera Benidorm! Me dan ganas de decirles, "Oye, échate un poco para allá" Pero claro, me callo, al fin y al cabo, no soy quién para decirles nada.

Con tan poco espacio vital, (y eso que yo solo ocupaba lo que ocupa una toalla y una bolsa de playa), es inevitable escuchar las conversaciones de "mis vecinos", e incluso puedo oler perfectamente el aroma que desprende el protector solar que se están poniendo. Decido volverme a introducir en la lectura.

Mientras intento leer, una de mis vecinas está llamando a una niña pequeña que se encuentra en la piscina hinchable. Habla con ella, haciéndole carantoñas. Y yo, cada vez que la llama (a gritos),  me desconcentro de la lectura. De repente, algo hace la niña y oigo "No Julia, eso no, no te comas la arena", y de repente aparece la abuela y le recrimina a la "cuidadora": "¡Es que no estás pendiente de la niña!" Y me dieron ganas de decirle "¡No señora, usted estaba en el agua, y no se ha enterado, pero yo doy fe que estaba pendiente de la niña! Así que no le recrimine nada a la tía de la criatura."  ¿Por qué la gente habla sin saber? ¿Por qué en las familias, la confianza da asco, y  encima de cuidar al bebe mientras la madre y la abuela se dan un baño, se le recrimina a la chica que no estaba pendiente? Encima de cornudo apaleado, y yo mientras, siendo testigo involuntaria de toda la escena.

Decido ponerme el Ipod para no tener que escuchar la trifulca familiar. ¿Os habéis preguntado alguna vez por qué la gente discute en la playa, a escasos centímetros de las toallas de otros? es como si el hecho de estar en la arena de la playa, hiciera que se olvidaran que hay gente alrededor, como si la arena de la playa se convirtiera en la privacidad que dan las paredes del domicilio.

En esos pensamientos estaba cuando de repente... ¡Mierda! Mi Ipod se ha quedado sin batería. No me queda más remedio que volverme a conectar al mundo real. Al de mis vecinos playeros. Siguen discutiendo, decido meterme en el agua, mientras me acerco a la orilla, escucho a otro grupo de personas hablar sobre la visita del Papa a Madrid. Uno de ellos dice mientras me alejo: "¿Sabes lo que pienso yo, y no quiero por nada del mundo comenzar una conversación sobre este tema...?" Y no escuché la contestación ya que me encontraba adentrándome en el mar. Cuando salgo del agua, encuentro a estos "vecinos de arena" enfrascados en una fuerte discusión sobre la visita del Papa, la crisis, y los 15-M. Y yo pienso: "Pues para no querer comenzar una discusión..."

En fin, dado que mi relax inicial estaba siendo imposible de mantener, decido que es hora de volver, que sin Ipod que me aísle de las conversaciones y discusiones ajenas, ni tapones que me permitan concentrarme en la lectura, ese empeño de la gente en hacer que me entere de sus conversaciones por la insistencia en poner la toalla a dos centímetros de la tuya aunque haya bastantes km de playa libres, hace que una pierda el Zen que había adquirido a primera hora en la playa.

Estoy empezando a pensar que yo he nacido para ser rica, y tener un yate en el que perderse sin tener que escuchar más conversaciones y/o discusiones que los de la propia familia de una. A ver si me toca el Euromillón o algo.

lunes, 15 de agosto de 2011

¿Os apetece un cóctel?





Hace unos días, la asociación de jóvenes empresarios me invitó a una cena, en la que previamente, había una charla y degustación de cócteles. La iniciativa me pareció divertida, fresquita para el verano, y además una oportunidad para conocer gente. Así que acepté encantada, y la verdad es que no me defraudó.

El sitio elegido fue un edificio emblemático de la ciudad que normalmente está cerrado al público y solo se abre para ciertos eventos, así que pude disfrutar de poder visitarlo y pasear por sus maravillosos jardines.

Nos enseñaron a preparar varios cócteles, y nos contaron cosas tan interesantes y curiosas, como  el origen y los tipos de Ginebra o Ron que existen, o que en esto de los cócteles influyen muchas cosas para obtener un buen resultado final. Entre ellas, el hielo, y nos contaron que la calidad del mismo puede hacer que al día siguiente tengas, o no tengas, resaca. ¡Algo tan simple como el agua, puede influir en nuestras resacas! No recuerdo exactamente la explicación, lo que si recuerdo es que cuanto más blanco es el hielo, más resaca puede causar, así que ya sabéis, la próxima vez que salgáis a tomar un copazo al pub de turno, fijaos en que los hielos sean lo más transparentes posibles, si no es así... chungo. Preparaos para un domingo resaquero, jeje. Ni que decir tiene que esto no es lo único que influye, of course, así que no vale que controléis la calidad de los hielos, y luego os bebáis hasta el agua de los floreros, ya que en ese caso, al día siguiente, también tendréis resaca, y a mi no echarme la culpa ¿eh?

Y como estamos en verano y parece que apetece más que nunca esto de los cócteles, os dejo un par de recetas que nos dieron, por si os animáis a probarlos. ¡Estaban deliciosos!


SORBETE DE GIN TONIC

1 Litro de Helado de limón
50 cl. de Ginebra
1 Litro de tónica
Ralladura de limón

SORBETE DE MOJITO

1 Litro de Helado de limón
50 cl. de Ron Moreno
1 Litro de sifón o agua mineral
1 bandeja de hierbabuena o menta

Como véis son recetas de sorbetes, no del cóctel en sí, pero creo que ahora en verano, casi que apetece más esta versión que la tradicional, ¿no os parece?

Sólo necesitáis estos ingredientes y una batidora eléctrica, y a disfrutar.

¿Brindamos?







martes, 2 de agosto de 2011

¡Y más premios!

Hace unos días Trax de "Estrellas en los ojos" me concedió dos premios más. Lo quiso dar a chicas que habían tenido alguna vez un negativo en un tratamiento de fertilidad, y yo, por desgracia, como muchas otras, sabemos que supone eso demasiado bien.


Este premio tiene un halo de esperanza, una sonrisa en un sol que nos invita a seguir luchando, e intentarlo, al menos, una vez más. Lo miro y parece que me esté diciendo "¡Venga, ánimo! ¡Que el próximo va a ser el definitivo!".  Así que nada, habrá que dejarse llevar por el buen feeling del premio en Octubre cuando me someta a la segunda FIV.

Además de este premio, también me han dedicado este otro


Otra delicia para los sentidos mirarlo, es tan tierno...

¡Mil Gracias TRAX! Por estos premios tan cariñosos, y por estar ahí.

Este va acompañado de unas preguntitas así que voy a ello

¿Por qué comenzaste a escribir tu blog?
Buscaba una fuente de información sobre infertilidad desde el punto de vista personal de las que tenemos que pasar por aquí. Encontré webs de clínicas especializadas, o Foros, pero no encontraba Blogs de españolas que pasaran por esto. Así que aparte de servirme como diario personal donde vomitar todo lo que me iba pasando (creyendo ingenuamente que no me leería nadie), serviría también a otras personas que estuvieran pasando por aquí, si alguien casualmente encontraba mi blog.

¿Qué sería lo que más te causaría alegría y emoción en esta vida?
Hay muchas cosas que me alegran la vida, unas simples entradas al teatro, o a ver un Musical, o al Circo del Sol, por ejemplo. O una escapada romántica, o un viaje.

Sobre la emoción, me emociono con muchas cosas, soy de lágrima fácil para ciertas cosas, pero simplemente ver a mis sobrinos tomando la comunión, o en un Festival del colegio, puede emocionarme muy facilmente.

Obviamente, ahora mismo si consiguiera embarazarme, y llevar a termino ese embarazo, y que naciera bien, me haría inmensamente feliz.

¿Con qué sensación quedas, cuando escribes tus comentarios en otros blogs?
Pues normalmente me quedo contenta, me gusta y me alegra participar en otros blogs dejando mis comentarios. Y lo mejor es que me gusta estar pendiente para ver si me contestan, jajaja.

¿Con qué sensación quedas cuando lees, los comentarios que otras mamis o papis, dejan en tu blog y por qué?
Pues la verdad es que las personas que me dejan comentarios, siempre, siempre han sido muy consideradas y cariñosas conmigo y con mi situación, aunque ellas no lo hayan vivido. Doy gracias a Dios por que exista gente tan genial en la red, y además, me ayudan muchísimo esos comentarios.

Relata un anécdota divertida y alegre con tus hijos...

Esta, de momento, la dejo sin contestar, pero espero poder completar el cuestionario dentro de poco.