No soy ni he sido nunca usuaria habitual de los autobuses, pero a veces, cojo alguno. Durante este tiempo reciente en el que los he utilizado, he podido hacer una "estudio" (basado en la observación únicamente), por el que podría catalogar a los tipos de abuelos (algunos de ellos) en los autobuses.
Es alucinante como son algunos, de verdad, espero que de mayor no sea tan insolente ni tan insufrible como algunos de los cascarrabias que me he ido encontrando en este último tiempo.
Diría que se pueden clasificar en categorías:
- La primera categoría la encuadrarían aquellos abuelitos encantadores que saben envejecer con estilo, con elegancia y educación. Esos a los que todos nos gustaría parecernos cuando lleguemos a esa edad, y de los que todos hemos solído tener alguno en nuestras familias. Vamos, los abuelos 100% abuelos, esos que son cariñosos, educados y que nos encanta que nos cuenten sus experiencias, compartiendo con nosotros su sabiduría.
- La segunda categoría la comportarían esos abuelos que tan pronto llega el autobús a la parada, y abre las puertas, una de dos: o se cuelan directamente delante tuya, con todo el descaro del mundo, y sin cortarse un pelo; o se dedican a empujarte descaradamente mientras estas pagando el billete, (no logro entender muy bien porque hacen esto, ya digo que llevo poco tiempo con el "estudio").
- La tercera categoría: Esta categoría está protagonizada por los abuelos que aprovechando que su bono transporte es gratuito, son capaces de subirse en un autobús en verano y ocupar los asientos, y empezar a dar vueltas por la ciudad, en plan ruta turística por la ciudad, una y otra vez, solo para aprovechar el aire acondicionado. Por lo que los usuarios que lo único que pretenden es desplazarse con el autobús, (su función básica, vamos) nunca encuentran sitios libres, y el autobús siempre va "petado". (Esto es verídico, ¿eh?).
- La cuarta categoría: Esos a los que les gusta que se les escuche, y hablan en voz muy alta, para que el autobús entero les oiga.
- La quinta categoría: La encuadran aquellos que protagonizan escenas como la que voy a describir a continuación, la cual me ha ocurrido esta mañana.
Subo en el autobús y al final del mismo, veo un asiento libre, al lado de una chica joven, en el asiento más cerca del pasillo. Ocupo el asiento. Al rato, la chica baja del autobús y se queda ese asiento libre. (Hasta aquí todo normal ¿no?).
En la siguiente parada aparece una abuela, y al pasar a la altura de mi asiento dice "¿Esta está con asientos dobles?" (para que yo lo oyera), y cuando justo está a mi altura dice: "Te dejo ocupando dos asientos" a lo cual le respondo: "No, señora, este asiento de mi lado está libre. ¿Quiere pasar?" Al tiempo que empezaba a levantarme para dejarle sentarse.
Y coge la abuela y me suelta: "¡No, no, si no me dejas el asiento de fuera, no, porque estas usando dos asientos!", a lo cual le vuelvo a responder que no estoy ocupando dos asientos, y que el de mi lado está libre. En otras circunstancias, y con otros modos, seguramente, no me habría importado lo más mínimo dejarle mi asiento, pero cuando una abuela cascarrabias, te habla con esa insolencia, con ese casi desprecio, con el desparpajo propio de los abuelos cascarrabias, una se vuelve "chula" y no me da la gana de ser cortés, bastante hago con ser educada y no contestarle.
No entiendo porqué con la edad la gente se vuelve más descarada y más insolente, perdiendo la educación y las normas de cortesía básicas. Parece que ser mayor les da derecho a decir todo lo que les apetezca, sin filtros, y sin educación, y yo no tengo porque aguantar eso. ¡Vamos, ni yo, ni nadie!
Decido no contestarle, para no crear polémica, y la abuela empieza a decir: "Lo que voy a hacer es un "escaner" para darme cuenta de cómo es la gente, y que tipo de gente hay en el autobús". Y me han dado ganas de contestarle, "Pues señora, adelante, si quiere le doy una foto. No tengo porque moverme de donde estoy y en la parte delantera hay asientos destinados para usted. Vaya usted a levantar del asiento a quien esté allí, pero no me de la brasa". Pero me he callado, y he seguido ignorándola, porque he pensado que si le soltaba eso, se iba a montar la de San Quintín en el autobús, y no es mi estilo, la verdad.
Lo mejor, es que a continuación, dos asientos detrás del mio, una chica le ofrece su asiento, y coge la abuela, ¡y también lo desprecia!, por lo que ya me he quedado a cuadros con la abuela. La chica, y otros viajeros han empezado a comentar, y una ha dicho: "¡Qué malo es hacerse mayor!", y otra ha dicho: "No es que quiera sentarse, es que esta señora pretende sentarse donde a ella le de la real gana, y encima malmetiendo". La verdad es que abuelas como esta dan ganas de decirle cuatro cosas, ¿no os parece? ¿o solo me crispa a mi el tema, que es la que ha sufrido a la abuela? ¿Alguna ha sufrido alguna escena parecida?
Jajaj, y luego se van murmurando, "esta juventud, es que ya no hay respeto!!"
ResponderEliminarYo no uso autobús, pero en el super me ha pasado alguna vez, y en fin, les dejo pasar para no crear polémica.
Por suerte, en general son amables y agradecidos si les echas una mano.
Mmm, ahora que lo pienso, yo con la edad también me estoy haciendo más refunfuñona!!
Un besico.
Yo también he tenido algún encontronazo desagradable con personas mayores. Algunos parece que creen que por el hecho de ser mayores se les ha de tener respeto, sea como sea. Yo no creo que sea así, el respeto ha de ser mutuo, sino no tiene sentido. Has hecho bien de no montar el pollo. Bravo por tu templanza.
ResponderEliminarAy chica, es cierto que a veces... y desde luego con la que te has cruzado tu, tela! Pero que quieres que te diga, a mi me dan penilla... ya ser viejete debe de ser una "p", porque a lo mejor por dentro se sienten en plena forma, pero el cuerpo no sigue y la gente tiende a ignorarte... no se, no tengo ninguna gana de ser viejita!!! ;-)
ResponderEliminarYo intento ir al trabajo en transporte público (pq en Barcelona aparcar es una Odisea) y ODIO a un par de señoras que teniendo medio vagón vacío me dicen "nena, deja que me siente aquí, que me cuesta mucho andar". Yo las dejo, pero luego ves como su impaciencia hace que se levante dos paradas antes para ponerse en primera fila a la hora de salir...pero...no le dolían las piernas?
ResponderEliminartb me encanta la excusa de..."deja que me siente, que me duele el coxis". Con el coxis y el dolor de piernas generalizados van a todos lados
menos mal que tb quedan abuelos encantadores, elegantes y dignos, como los míos ;P
La tercera parte del diario de Bridget Jones está al caer. Tus deseos han sido escuchados :)
ResponderEliminarVaya tela los abuelillos! están los que empujan en el super para para adelantar puestos en la caja, pero luego somos los jóvenes aquellos seres que no tenemos educación...
TRAX: Estoy de acuerdo contigo en que hay abuelos estupendos, como los que yo clasifico en la categoría 1 que describo. Gracias a Dios lo que cuento es la excepción, pero no deja de sorprenderme las actitudes que tienen estos otros.
ResponderEliminarMAMA MIMOSA: Estoy totalmente de acuerdo contigo, no por ser mayores hay que tenerles respeto si o si. Esa condición la pierden en el momento que ellos faltan el respeto a los demás.
YO Y MI MINIYOS: A mi me dan penita algunos, es cierto que debe ser duro ver que el cuerpo no responde, pero no por eso tengo que aguantar yo (ni nadie) las malas formas. Cuando se ponen así, para mi, pierden toda condición de "mayores=respeto", y pasan a ser unos maleducados insoportables. Y que conste que yo tuve una abuela así de cascarrabias, eh? pero mira hay un refrán que decía mi padre que dice "Manos que no dais, ¿qué esperáis?" que para este caso, define perfectamente la situación.
MISSKOWALSKI: Me han encantado lo de "me duele el coxis" jajaja. Eso a mi aún no me lo han dicho. De todas formas, si me lo dicen con educación, como tu has contado,por supuesto que les cambio el sitio, pero si son tan gili... como la abuela del autobus, pues, que quieres que te diga, ¡que le den dos duros a la señora!
NO ME PISES: Bienvenida! Estan haciendo una tercera parte de Bridget Jones? Vaya! no lo sabía!
Lo de las colas en los supermercados y los abuelos da para otra entrada! jajaja. Eso si, lo que tu dices, luego somos nosotros lo que no tenemos educación, ¡manda huevos!
Este tema tiene tela. Hay gente mayor que es la pera, pero alguno majete también lo hay. Recuerdo un día con mi marido que subió una señora muy mayor al autobús y él le cedió el asiento, la mujer se quedó tan agradecida que abrió el bolso y nos regaló dos bombones.
ResponderEliminarMe recuerdas ami abuela cuando vamos a pasear, ella es tan adorable y me encanta regalarle cosas ya que ella siempre me aconseja y me cuida.
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