He estado desaparecida un tiempo, pero no es que me haya olvidado del Blog, sino que la razón es que me he ido de viaje a Egipto.
Después de un año muy duro, de pruebas, tratamientos y desilusiones continuas, creo que me lo merecía. Así que como la mejor manera de recargar las pilas y quitarme el mal sabor de boca es viajar, pues allá que nos hemos ido T y yo, a olvidarnos de todo.
Tengo que decir que el viaje me ha impresionado. Es un sitio al que ha ido todo el mundo (o mucha gente que conozco), y me han hablado mucho del viaje, y he visto miles de veces fotos de este viaje, aunque con distintos protagonistas, así que pensé que el viaje iba a estar bien, que iba a ver cosas chulas, y que es un viaje que hay que hacer una vez en la vida (por la importancia de la historia de Egipto y por la riqueza cultural del país), pero que no era un viaje que tendría la capacidad de sorprenderme. Bueno, pues me equivoqué. A pesar de ver tantas millones de veces fotos de las pirámides, de los templos y del Nilo, solo puedo describirlo con los palabras (como Jesulín): IM-PRESIONANTE.
Me pregunto si alguna persona de las que me leen ha sentido lo mismo si ha viajado a Egipto. O si no lo ha hecho, y ha sentido lo mismo en otro destino. Me encantaría que me lo contara, porque es una sensación quizá complicada de explicar, pero muy real, de esas sensaciones que si las has vivido sabes perfectamente a que se refiere cuando lo lees.
Entre los muchos Templos que he visitado durante mis cuatro días de crucero por el Nilo, uno de ellos era el Templo de Sobek. Allí pudimos ver inscripciones de instrumentos médicos, muy parecidos a los instrumentos que se utilizan en la medicina actual. El guía nos explicó como hacían los antiguos faraones para saber si una mujer era fertil. La llevaban al templo, allí se le introducían a la mujer unos dientes de ajo en la vagina. Le decían que se fuera, y que volviera al cabo de unas horas. Si pasadas esas horas, el aliento de la mujer olía a ajo, significaba que esa mujer era fertil. Si no olía, quería decir que no era fertil, y por tanto, no era buena como esposa.
Y digo yo, fijate tu, después de tanto tiempo, nosotras aquí pasando por analíticas de hormonas, ecografías y la temible histerosalpincografía, y luego, con una simple cabeza de ajos, se habría desvelado el misterio! Estamos haciendo el pringado! jajaja
Jajajaja....Me encanta la historia de los ajos!! creo que voy a hacer la prueba!! asi me ahorro mucho sufrimiento jajajaaj.
ResponderEliminarEspero que me lo cuentes todo con detalle porque Egipto es un viaje que tenia como posible pero no como imprescindible.
Muy bueno, jajajaja.
ResponderEliminarAhora a toda la q le huela el aliento a ajo pensare q el marido le esta haciendo prueba de fertilidad, jajaja. Espero q los faraones luego tuvieran un chicle a mano.
¡¡felicidades por tu viaje!!
Gracias chicas, por los comentarios!
ResponderEliminarMarchando unas ristras de ajos para Tacones!jajaja.
LUNERA, me parece que mas que paquetes de chicles necesitarian camiones enteros de ellos, porque vamos, como no huele el ajo ni ná...
El problema no es cuando veas a una mujer que huela a ajo, sino, si pensaras lo mismo si te encuentras a un HOMBRE con olor a ajo! jajaja. ¿Pensarás que tambien le están haciendo una prueba de fertilidad? jajaja
Muy curioso lo del ajo, jajaja! Tantos años de investigación y resulta que la solución estaba en los ajos!!! Estos egipcios me recuerdan a Txumari Alfaro...cuán poco supimos apreciar la sabiduría de este hombre, jajaja!!!
ResponderEliminarYo no he estado en Egipto y tampoco lo tenía como imprescindibe, pero habrá que replanteárselo.
S.
Que envidia de viaje...quiero ir a tantos sitios...me impactó mucho NY,pero estoy segura que me impactaran muchos mas destinos a los que quiero ir y Egipto esta en la lista.
ResponderEliminarBueniiisimo lo de los ajos...por algo lo harian que estos Egipcios eran muy espabilaos,igual algun medico "a lo Txumari" aun lo utiliza,quien sabe...
jajaja, si, lo de los ajos da tufillo (y nunca mejor dicho) a Txumari Alfaro totalmente. A ver si tienes razon S, y no hemos sabido apreciar su sabiduria popular, jajaja.
ResponderEliminarMarta y S, gracias por los comentarios, yo por mi parte, os recomiendo a todas el viaje a egipto. A mi realmente, me ha sorprendido para bien, aunque, a ver, hay que ser consciente de a donde se va eh? que tambien hay mucha pobreza y mucha mugre, y hay que ir siendo consciente de eso. A ver si luego os decepciona y me lo echais en cara, jajaja.
Aun asi, tengo que decir que yendo en la categoria más alta, te meten en buenos barcos y buenos hoteles, por lo que tu no sientes que haya tanta mugre por las calles, porque tu habitación esta impecable, jejeje.
Lo dicho, 100% recomendable.