Última vuelta antes de llegar a la meta: La transferencia embrionaria

Ayer, como ya sabéis, me hicieron la transferencia. Todo fue perfecto, según palabras de la propia médico, así que ahora solo queda cruzar los dedos y ponerse a incubar estos huevecitos, a ver si se quieren quedar dentro, y en su sitio durante nueve meses.

Ahora mismo estoy a reposo, así que os escribo tumbada (algo bastante complicado, la verdad) pero no quería dejar pasar mucho tiempo porque se que estáis pendientes de mi.

Sobre el reposo hay muchas teorías. Los médicos no lo recomiendan, pero yo voy a hacer exactamente lo mismo que hice en la anterior FIV para, si por casualidad no va bien, al menos no pensar que es por algo que hice la otra vez (y dio positivo) y esta vez no. Así que aquí estoy, incubando huevos, con una mantita y poniéndome ciega a aquarius.

La bióloga me contó ayer que de los óvulos que sacaron, dos los desecharon por que eran anómalos (me dijo que tenían cosas que no debían de tener, me dio la explicación médica pero me quedé con la explicación sencilla), y microinyectaron cuatro. De esos cuatro, fecundaron dos, así que esos son los que me han puesto. De ellos, uno es de calidad A, y otro calidad B/C. Así que ya veremos que pasa. Pero lo importante es que llegué hasta el final, y aunque estuvieron a punto de cancelarla, al final, mi cuerpo reaccionó y he podido correr en la carrera.

Ahora solo queda una vuelta para llegar a la meta, y saber si he ganado, o me he quedado a las puertas de subir al podium.