Agridulce

Tengo una sensación agridulce de la punción. Por una parte, lo superé sin grandes problemas (a nivel emocional) salvo algún momento en el que me quedé pensativa en la inmensidad de la soledad de la cama. Pero por otro, la punción sólo fue bien al cincuenta por ciento.

Al parecer tengo un ovario izquierdo muy muy puñetero, y no pudieron acceder a él, de modo que pese a intentarlo insistentemente, al final sólo pudieron sacarme los folículos del ovario derecho. Así que las posibilidades de acertar supongo que se reducen aún más.

Entre que la estimulación ha ido muy lenta (y la respuesta a trancas y barrancas), y que no han podido acceder al ovario izquierdo, me he quedado con una sensación agridulce de la experiencia.

Si a ello unimos que solo tengo tres ovulines, creo que hay pocas probabilidades de que mañana me puedan implantar algún embrión.

No se si han fecundado o no, ni la calidad de los embriones, no me dijeron nada, sólo que volviera mañana para la transferencia y que la calidad de los embriones aún no se sabía (al parecer no llaman si se para la cosa). Así que mañana tengo que estar de nuevo a las 8 en el Hospital, e ingresar nuevamente. Me darán nuevamente una cama, y a esperar a que me llamen.

Pueden pasar dos cosas una vez tenga la cama: Que finalmente haya algún campeón superviviente, y que me bajen a quirófano para implantarlo. O que una vez esté arriba con la cama, me digan que me baje a la consulta de FIV. Si eso pasa, es obvio que esto no ha seguido adelante y que me citan para explicarme que ha pasado. Ojala que no pase esto último.

No tengo una idea preconcebida de lo que puede pasar mañana, no tengo ningún feeling ni nada de eso. Intento prepararme para lo peor, para que la caída sea un poco menos dura, pero por otra parte, quiero pensar que entre esos tres campeones, al menos uno va a ser un superviviente que ha decidido luchar, contra todo pronóstico. No sé, ¿seré una soñadora?

En fin, mañana sabremos si aquí acaba mi aventura FIV o si aún queda algún capítulo por escribir.

Gracias a todas por los ánimos, los pensamientos y energías positivas, las velas, y los buenos deseos. Sé que son sinceros, y nada me gustaría más que poder daros buenas noticias mañana. Tengo la intuición que si paso lo de mañana, dentro de 15 días podría confirmaros una gran noticia.

¡¡Chicas, seguid cruzando los dedos, please!!