¿Puede un perro ser demasiado sociable?

Ya, ya. Ya se que con la que está cayendo hablar de cosas tan banales puede resultar un poco superficial. Que hoy tocaría hablar de Grecia, de la reforma laboral, o de la crisis o el paro, (como todos los días desde hace ya unos años), pero es que yo me canso de oír hablar de la crisis. Y no es que no me afecte precisamente el tema, pero el blog también me sirve para desconectar de los problemas, y si me dedico a hablar de la crisis, pues como que no desconecto.

Así que hoy os cuento que tengo un perro demasiado sociable, o quizá sea lo normal en todos los perros, pero como este es el mio, os cuento para que me contéis si los vuestros son iguales.

Resulta que como sabéis, tengo un Golden Retriever desde hace un año. Es la mejor decisión que hemos tomado en mucho tiempo. Aunque es algo sacrificado (sobre todo sacarlo a la calle a las 7 de la mañana con el frío que hace estos días, jeje), lo cierto es que esos pequeños sacrificios, se vuelven menos sacrificios cuando ya tienes al perro. Antes de tenerlo, e incluso ahora, hablo con gente sobre la idea de tener o no tener perro, y muchos me argumentan que no tienen perro porque supone un sacrificio que ahora mismo, no están dispuestos a asumir. 

Lo cierto es que si bien es verdad que supone ciertos "sacrificios", lo pongo entre comillas porque una vez tienes al perro, lo que yo he experimentado es que los pequeños "sacrificios" no lo son tanto. Vamos, que si, que da un poco de pereza sacarlo a su paseo diario a horas intempestivas con estos días de frío, pero irremediablemente, el día en que por lo que sea no le puedes dar sus paseos en condiciones (con la duración que requiere y demás) ese día llegas a sentirte un poco mal por no haberle dado al perro lo que necesita. 

Ejemplo: El viernes pasado quedamos con unos amigos para cenar por ahí. La hora a la que quedamos es la hora habitual a la que solemos pasear a Unai por la noche, y en vez de darle su paseo largo, soltarlo para que corra y haga ejercicio y socialice con otros perros, tuvimos que cambiar el horario de su paseo para poder hacer nosotros algo de vida social. Eso supuso que al adelantar su paseo, no coincidió con sus "amigos perrunos" ese día. Y en principio, visto desde fuera, puede no ser algo importante para los ojos de quien no tiene perro, pero sin embargo, a mi me dio un poco de mal de conciencia. (Ahora habrá ciertas personas que no tienen animales y que se limitan a ver las cosas de manera superficial, que caigan en el recurso fácil de pensar que, como no he tenido hijos, es que estoy "sustituyendo" una cosa por otra, y ese tipo de sandeces que te suelta algún ignorante, pero me resbala lo que piensen cierto tipo de personas cuando no son capaces de ver más allá de sus narices)

Bueno, a lo que iba, a los que tenéis animales ¿os parece algo exagerado? A veces creo que si lo es, pero hablando el otro día con la dueña de otra perra como Unai (y seguramente, su futura"novia") me comentó lo mismo, que ella se sentía igual cuando se daban situaciones parecidas. Así que creo que o estamos las dos tarumbas, o quizá sea algo normal cuando se es responsable con los animales que tienes a tu cargo. 

Además, es que, como os contaba más arriba, creo que tengo un perro demasiado sociable. Signos inequívocos de lo que digo:

- A mi perro le encantan los niños. Le gustan tanto, que desde que era bien pequeño, es ver un cochecito de bebe, y ponerse a mover el rabo. Es alucinante, en casa no ha tenido contacto con ningún cochecito, así que ¿cómo puede ponerse así de contento? Me asombra esa reacción.

- A mi perro le encanta la gente, y si son chicas jóvenes y rubias, mejor. Desde pequeño cuando ve una chica rubia, se acerca a ella, y espera que le diga algo. Pero es que si no le dicen nada, el tío se planta delante de ellas y se sienta hasta que consigue llamar su atención.

 Esto ya os lo había contado en otra entrada, pero es que no solo le gustan las rubias. ¡Es que todo el mundo le gusta! Al portero de mi casa lo adora, tiene que saludarlo siempre, y a un obrero de la casa de al lado también. Hay un café cerca de casa, que cuando está en la puerta uno de los camareros, se acerca a el y se le tumba en el suelo patas arriba para que le haga alguna caricia. Y así con todo el que el sabe (por ocasiones anteriores) que les gusta. Es decir, las personas que comento,  cometieron la "insensatez" de acariciarlo la primera vez que se encontraron con el. Bueno, pues el ha aprendido de quien puede reclamar caricias y de quien no, así que cada vez que ve a estas personas, se les tumba patas arriba. Y como es gente a la que les gusta, pues todos le hacen la rosca.

- A Unai le gusta tanto la gente, que se pone nervioso cuando escucha que suena el telefonillo de casa. Debe asociar el sonido a que llega alguien, así que el tiempo que transcurre entre que suena el telefonillo y alguien toca a la puerta de casa, se lo pasa ¡llorando! Mi perro nunca llora, ni siquiera lloró el primer día que lo trajimos a casa, pero es escuchar el sonido del telefonillo, y ponerse a lloriquear hasta que ve quien viene a verle. 

¿Que os parecen los indicios que os cuento? ¿Tengo un perro demasiado sociable? ¿o vuestros perros son iguales?