Su primera Navidad

Llevamos ya consumido buena parte del mes de Enero y aun no había podido contaros como han sido estas primeras Navidades.

La verdad es que han sido unos días tranquilos. No hemos tenido vacaciones de modo que tampoco hemos podido hacer grandes actividades con ella. Hay que entender que BB es aun muy pequeña y no entiende el significado de la Navidad, aunque de lo que si se entera es de las luces, los villancicos y el ajetreo.

Así que por mucho que yo le enseñara el Belén viviente instalado en un parque de mi ciudad, me temo que en próximos años volveré a explicarle el significado de estas fiestas. Lo que si que va pillando son los villancicos. A BB le encanta que le cante, así que cada vez que tengo que calmarla, le canto algo y me mira muy atentamente con sus enormes ojos azules, y suele funcionar, así que dadas las fechas en las que estábamos, le iba cantando villancicos y parece que le gustaban. Ya me la estoy imaginando en un par de años con la pandereta dando rienda suelta a su musicalidad, y nosotros con tapones para los oídos, jajaja.

En el Belén viviente que os comentaba, también habían animales y una mula en el pesebre, y BB los miraba alucinando, imagino que preguntándose que seria aquello tan grande, aunque parecía tranquila y acostumbrada a los animales, imagino que porque al vivir con un perro como Unai, seguro que le ayuda a comprender desde bien pequeña que hay otras especies, aparte de los humanos. Ya veremos si cuando vaya siendo mas mayor se asusta, pero por ahora ella como pez en el agua.

También estuvimos en la pista de hielo un día pero lógicamente BB se limitaba a mirar como patinaban los niños alrededor del árbol de navidad, y es que todos los años instalan una pista de hielo en el ayuntamiento por navidad a lo Rockefeler Center, pero en versión cañí, y por supuesto, versión mini, que ya sabemos que estos americanos todo lo hacen con unas proporciones descomunales. Esta pista de hielo es más de andar por casa, vamos, pero los niños (y no tan niños) de mi ciudad patinan encantados en ella. Yo, que solo he patinado sobre hielo media docena de veces en mi vida, y cuando era joven, no me quiero imaginar dentro de unos años enseñando a patinar a BB, aunque poco le podré enseñar ya que tampoco es que sea una experta precisamente, yo soy más de esquí jeje. 

Los días de Nochebuena y Navidad transcurrieron tranquilos. Los primos de BB están encantados con la peque, sobre todo mi sobrina pequeña, que ya ha dejado de ser la pequeña de la familia por fin (cosa que anhelaba hace años) para convertirse en "mediana", y alardea de su estado posicional orgullosa de ello, así que se pasó el día de Navidad ejerciendo de "mediana", y achuchando a su prima pequeña. Encima, como era la única chica hasta ahora, ha visto en la llegada de BB una digna sucesora y heredera de su muñecas y sus trajecitos fashion. Porque otra cosa no se, pero presumida... presumida mi sobrina ha salido un rato, y no sale de casa sin combinar el vestido con la diadema o accesorio que toque ese día. Ya me la estoy imaginando dentro de muy poco poniéndole lazos y pintando a BB como si de una de sus muñecas se tratara, jajaja, y BB, que adora que le achuchen y le hagan mimos y caso, se dejará hacer cualquier cosa si viene de su prima mayor. 

En Nochevieja T y yo decidimos escaparnos. Primero porque no habíamos hecho ninguna escapada desde que nació BB, y lo necesitábamos. Y luego porque no nos gusta especialmente la Nochevieja. Yo personalmente le tengo manía, parece que hay que pasárselo bien y salir, si o si, y a mi eso me repatea, soy así de rabuda. Así que mi mejor plan siempre es escaparnos. Al principio estuvimos valorando ir a esquiar aunque fuera a algún sitio cercano, pero al final lo descartamos porque no íbamos a poder esquiar juntos T y yo, porque BB es muy pequeña incluso para que la cojan en la guardería, así que siempre íbamos a tener que estar o su padre o yo con ella, y esquiar solo es un poco rollo. Así que decidimos postergar esa escapada para el año que viene, y este año buscar un destino tranquilo, que nos sirviera para cambiar de aires y donde pudiéramos llevarnos a Unai.

Encontramos una casa rural en la montaña, cerca de aquí porque no queríamos coger el coche muchas horas porque no sabíamos como reaccionaría BB a un viaje largo, pero sin embargo, en una zona que no conociéramos para poder explorarla. La verdad es que estuvimos pocos días pero yo volví como nueva. En la casa habían gallinas, y caballos, así que BB tuvo su primer contacto con animales que no sean perros y gatos, y tengo que decir que los miraba como si los conociera de toda la vida. Vamos, no se extrañaba nada ni se asustaba. Una vez más, el vivir con un animal hace que esté más que acostumbrada a ellos, y es una delicia verla con ellos. En cuanto pueda interactuar un poco más esto va a ser la bomba, porque me da que será de las que no los dejará en paz, jajaja.

 El día de Reyes volvimos a pasar el día con la familia, y la noche anterior estuvimos viendo la cabalgata desde casa. Resulta que la cabalgata de mi ciudad pasa por mi calle, así que en vez de esperar horas en la calle cogiendo sitio en primera fila para pelearse por una triste pelota o caramelo de los chinos (con todos mis respetos para los asiáticos), nosotros, siendo tan pequeña, preferimos verla desde casa. Hace mucho frío en esa época y BB es muy pequeña para que estén en la calle tantas horas, y más si de lo que se trata es de coger sitio desde las tres de la tarde para poder ver la cabalgata en primera fila. De modo que nosotros pasamos de verla desde la calle, al menos por ahora, cuando sea más mayor ya iremos viendo si nos pide verla desde abajo. Por ahora este año, la vimos desde la terraza, y aunque BB no entiende su significado aún, os puedo asegurar que estaba alucinada con las luces y las carrozas. No quitaba ojo al desfile y su cara de asombro, queriendo absorber todo lo que veía, se quedará en mi retina para siempre. 

Al día siguiente, hicimos una comida familiar las tres hermanas, ya que hasta entonces no habíamos podido coincidir las tres (tengo un cuñado de fuera, así que un año pasan aquí nochebuena y navidad, y otro fuera). Fue un día especial y un gustazo ver a todos los sobrinos juntos jugando. Es una pena que no pueda poneros foto, aunque para que os hagáis una idea, os dejo esta otra de Unai después de "ayudar" a abrir los regalos.

Y tras los Reyes poco a poco todo ha ido volviendo a la normalidad. Ahora ya de nuevo en la rutina del trabajo después de las fiestas y pensando en los próximos días de descanso, jeje.