Carnaval, carnaval… BB sigue
creciendo y vamos cumpliendo etapas. En mi ciudad los carnavales, sin ser de
una trascendencia importante a nivel nacional, si se monta un buen tinglado, así
que decidimos salir a dar una vuelta con BB el sábado, eso si, en horario
infantil.
Una, que siempre había disfrutado
del carnaval de noche (en mi época se salía de noche y no de tardeo como
ahora), no había comprobado hasta ahora la magnitud del carnaval en horario
vespertino. Ilusa de mí, creí que habían algunos niños disfrazados, y que habría
ambiente carnavalero, pero no pensé que literalmente no se pudiera andar por la
calle más de dos pasos seguidos sin tener que pararse. Era como estar en un pub
de moda a las 3 de la mañana y todo el mundo queriendo llegar a la barra, …
solo que el pub en sí era la propia calle.
Ya el año pasado salimos a dar
una vuelta pero solo estuvimos en una zona, así que no comprobé las riadas de
gente que se montaban para llegar de un sitio a otro, y repito, eso EN HORARIO
INFANTIL!
Lo más divertido es que no solo
los niños iban disfrazados, sino que los padres, muchos de ellos, también se
animan, y así ves a las 6 de la tarde a toda una familia vestidos de “Alicia en
el país de las maravillas” o a todos vestidos de abejitas. Me pregunto si terminaré animandome yo también a salir disfrazada a juego con BB un año de estos...
El año pasado, hice una minicapa
de Caperucita roja para BB y se la puse encima de un vestidito de cuadritos que
ya tenía, y ahí iba mi peque tan mona ella, y más a gusto que nada, puesto que
no era nada aparatoso el disfraz. Como salimos con Unai, a el le preparé una
careta de lobo (porque el por s mismo no da el perfil de feroz sino más bien, todo lo contrario), de modo que iban de “Caperucita y el lobo feroz” y claro, se
quedaban con todo el mundo.
Este año, no sabía muy bien que
prepararle. Viendo la cantidad de gente que había decidimos no salir con Unai,
y además dejar el cochecito en casa, ya que BB quiere ir andando solita a todos
lados. Y entonces recordé una entrada de la que hablé el año pasado sobre los
disfraces en Party&Paper, y recordé un disfraz de pollito que me enamoró, y además era totalmente
handmade, y me puse manos a la obra. He de decir que pese a que parezca
laborioso, no tarde más de media hora en pegarle las plumas. Un par de boas de
plumas blancas, un body, una pistola de pegamento, y un poco de fieltro para la
cresta y las patas, fue más que suficiente para hacerle mi propia versión del
disfraz de pollito que tanto me gustó y que os recuerdo con esta foto.
He de decir que BB causó sensación
(aunque esté mal que yo lo diga), pero ella es tan peque y el disfraz tan
dulce, que iba levantando pasiones por donde iba. Así que os animo a que lo hagáis
si os gusta, porque además iba calentita a tope. Era la primera vez que la disfrazábamos
con algo más elaborado, y aunque al principio parecía que no nos iba a dejar
porque le molestaban las plumas, en cuanto se lo colocamos bien puesto, se quedó
tan encantada que se miraba en el espejo, presumida, y decía “Wooow!”, jajaja.
Fue una tarde divertida, sobre
todo para ella, que bailaba divertida moviendo el culete al son de la música
mientras alucinaba con el despliegue de gente disfrazada. Esta niña me ha
salido marchosa… veremos que hacemos cuando llegue a los 15…